domingo, julio 16, 2006

A PESAR DE TODO, VALE LA PENA ESTAR VIVO

Nuestra especie humana parecería estar perdiendo su derecho a permanecer en este planeta, no solamente por su agresión cada vez más destructiva contra la biosfera en general y contra otras especies vivas, animales y vegetales, que comparten con nosotros la Tierra, sino también contra nosotros mismos, contra otros seres humanos.


Sin embargo, a pesar de que en algunos aspectos nos hemos convertido en la peor de cuantas plagas han existido sobre la Tierra en los cerca de cuatro mil millones de años que lleva la Vida en este planeta, en otros aspectos constituimos seres prodigiosos, capaces de ser y de hacer poesía, de auscultar los rincones más lejanos del cosmos, de extasiarse ante la belleza de un paisaje, de otro ser humano, de un animal, de una roca, de un bucle del agua, de una flor...


Somos la especie capaz de hacer volar un avión (aunque también de derribarlo, repleto de pasajeros); la especie que inventó el computador, la fotografía digital y la internet (y la especie que inventó las "armas inteligentes"); la especie capaz de reconocerse racional y sensualmente como parte de esa biosfera, de esos paisajes que, sin embargo, insistimos en destruir.

En esta página quiero compartir "evidencias fotográficas" de algunas de las razones (por supuesto hay muchas más) por las cuales creo que, a pesar de todo, vale la pena estar vivo y andar con todos los sentidos alerta, incluido ese otro sentido que es la fotografía digital, para ser testigos presenciales y participantes de este momento particular de la evolución de la Vida en la Tierra.

El desarrollo de la cultura humana está repleto de dilemas y contradicciones, muchas de los cuales me afectan no solamente teóricamente o como integrante de la especie, sino también de manera directa y personal: en cuanto hace referencia a estas fotografías, por ejemplo, me rompe el coco el dilema entre el logro maravilloso que es una avión de propulsión a chorro, y el impacto de sus “estelas” en el clima terrestre al incrementar la reflectividad de la atmósfera, con lo cual se produce un efecto de “global dimming” u “oscurecimiento global”.

En virtud del “global dimming” la temperatura de la Tierra tiende a enfriarse, en contraposición al fenómeno del calentamiento global que hace aumentar la temperatura del planeta.

Contrariamente a lo que podría pensarse, ambos fenómenos no se anulan mutuamente, es decir, ese enfriamiento no compensa el calentamiento global, sino que provoca, por su propia cuenta, alteraciones climáticas igualmente perjudiciales, como muy claramente lo explicaron varios científicos en un reciente documental de la BBC sobre el tema.

El Efecto Trapito

Estamos entonces ante lo que podríamos denominar el Efecto Trapito. Trapito era un personaje de mi ciudad, que solía ingerir de manera simultánea una manotada de píldoras acelerantes y otra de tranquilizantes, con efectos tan traumáticos como los que comienzan a registrarse en el clima planetario.


3 Comments:

Blogger RUFUS said...

muy buenas fotos y estupenda filosofia ecologista-humanista.
la trascendencia responsable es sabia y verdadera entre tanto caos autodestructvo


salut i republika bananera

7:11 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Gustavo,la paradoja que planteas seria motivo de largas conversaciones con exiquisito pan con ajo y un buen vino,no?

4:00 p.m.  
Blogger Alejandro Álvarez Iragorry said...

Un gran saludo desde Caracas.
Me parece un blog estupendo y tierno y cruel, sabroso y serio, gracioso y triste. En fin, estupendo. Lo citaré con placer y respeto en el mio.

Alejandro

11:22 a.m.  

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